No siempre lo que ha de salvarse en los jardines, son los individuos vegetales, sino también a más de un miembro del reino animal. Es el caso de una rana “edifícola” (por "habitar" en edificios, en vez de árboles [=arborícola]).La historia es esta y sucedió hace algunos días: En uno de los jardines que atiendo, el ama de llaves me preguntó “¿qué podía echarle a una rana verdiamarilla que había aparecido en el jardín?”. Me sorprendió, no tanto que hubiese una rana en un balcón situado en el segundo piso de un edificio, sino, precisamente, que hubiese ¡una rana! Tanto, que le dije, casi de inmediato a la señora: “¡Qué extraño, porque ya es muy raro conseguir ranas en los jardines de Caracas!” E inmediatamente le acoté, que “muchas especies de ranas estaban en peligro de extinción”. A decir verdad, no tengo datos concretos de especies foráneas en peligro de extinción (aunque, es un hecho experiencial, que prácticamente han desaparecido de nuestro entorno), pero ese “echarle” algo, tenía cierta animadversión para con el pequeño batracio, así que intenté ponerle en una situación más favorable delante de la preocupada empleada. Ella agregó, “que todas las mañanas se asomaba entre las plantas”, y señalaba hacia las palmas bambú (Chamaedorea seifrizii) del jardín. Finalmente, le aseguré que era beneficiosa para el jardín, porque se alimentaba de insectos. Gracias a Dios, esta ama de llaves, siempre sigue diligentemente las indicaciones relativas al jardín. Así, que la ranita podrá seguir asomándose.
Minificha botánica:- Chamaedorea seifrizii
Familia: Arecaceae (anteriormente, Palmae).
Palma oriunda de México y Centroamérica, llega a medir más de 2 metros altura. Su tronco se asemeja al del bambú, de allí su nombre vulgar. Soporta bien la luminosidad media, por lo que
es muy utilizada para interiores.
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