sábado, 18 de junio de 2011

SAFARI CARACAS & VARGAS

En ocasiones, cuando tengo que visitar un nuevo jardín, para iniciar un proyecto, me llevo la cámara. A veces, hay una que otra oportunidad, en medio de las rutinarias colas vehiculares, o en algún jardín al que le hago mantenimiento, para fotografiar la fauna del otrora "Valle de Caracas", que forzosamente se ha adaptado a la vida urbana. Todo se resuelve en unos pocos segundos. Los suficientes, para evitar que el conductor del carro de atrás empiece a meterme apuro con su corneta. Sin embargo, también debido a este apuro cotidiano, uno se priva de conseguir imágenes privilegiadas (como la de una garza, que justo a mi lado, con un veloz picotazo, atrapó un verdín (lagartija) y se lo engulló. Cierto que le tomé la foto, pero no cuando el pequeño reptil se retorcía en su pico antes de ser comido). Como de costumbre, debo elegir entre reír o llorar por lo que veo. Y aunque siempre procuro ver el lado bueno de las cosas, no deja de pegarme ver a las blancas garcitas en medio de las islas de basura en el Güaire, u otras muchas situaciones parecidas. Pero la vida -en este caso la vida silvestre- no se deja atrincherar, es el caso de las grandes y bulliciosas colonias de loros y guacamayas, las mismas poblaciones de garzas y las guacharacas de las zonas más pobladas. Abajo les dejo algunos testimonios de esta sobrevivencia esperanzadora.

Una juguetona ardilla


Esta guacharaca no será más que el preludio de una pequeña invasión de guacharacas, a las que no les importó para nada que yo trabajase cerca de allí


Garza a la vista...


Pues, allí donde la ven, está a punto de zamparse a una desprevenida lagartija


No son precisamente los esteros de Camaguán
(aunque estos últimos, hoy día sufren una seria amenaza)


Esta es una garza muy grande (Ardea alba), la foto fue tomada entre Punta de Mulatos y Guanape, en el Edo. Vargas. Al lado, un zamuro


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domingo, 17 de abril de 2011

ANTES & DESPUÉS: Balconera en un apartamento



Cliente: A petición del cliente se ha omitido su nombre.
Ubicación: Urbanización El Marqués, Caracas.
Fecha de realización: Octubre de 2010.
Diseño y elaboración: Argenis Ramos.
Situación: En proceso de consolidación (para el momento del fotografiado).
Breve descripción del trabajo:

  • Jardinera de balcón, de 0,90 m2.
  • No había plantas ornamentales sembradas en él.
  • Se diseñó, a petición de la cliente, un jardín que necesitara poca agua. Por tal razón, para cerca de dos tercios del jardín, se eligió bromelias. El conjunto se completó con bambú enano/Pleioblastus distichus, flor de Costa Rica/Neomarica longifolia, caladio/Caladio bicolor y singonio/Singonio sp.
  • Se complementó el diseño con troncos de corteza, bambúes, piedras y canto rodado predominantemente blanco, para un acabado de tipo oriental.
  • Un detalle importante, es que nunca hubo una visita previa para conocer el espacio en donde se efectuaría el trabajo, debido a que la persona interesada necesitaba celeridad, por encontrarse casi al termino de una reforma en su apartamento. La cliente expuso como quería que fuera el diseño de la jardinera por e-mail, se fijó la fecha en menos de cuatro días y se realizó, el día convenido, en tan sólo medio día. Ese día fue que conocí al sitio y a la cliente personalmente.
Foto tomada y enviada, vía e-mail, por la Sra. Oly Ferrer, los días previos al trabajo



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domingo, 27 de marzo de 2011

¡CÓMO UNA UVA!

Posiblemente, quienes no están cerca del autor de Jardinería e Imagen.blogspot.com, pensarán que éste enfermó seriamente, o su PC sufrío un serio percance, o la crisis económica definitivamente no le ha permitido pagar la cuenta de la internet o contratar horas en algún centro de comunicaciones. La verdad, es que ni lo uno ni lo otro. Gracias a Dios, la causa de tal "abandono", ha sido un incremento en el número de los jardines atendidos. Las horas que dedicaba a escribir artículos y subir fotos al blog (generalmente, en las noches) las he dedicado a dibujar jardines y calcular presupuestos. Otras veces, realmente el cansancio acumulado en la jornada diaria me ha vencido.

En un spot del 19 de diciembre de 2010, prometía escribir aunque fuera "comprimidamente", pero luego no fue tan sencillo cumplir con este propósito. Así que no voy a hacer promesas. Por lo pronto, tengo en la cola fotos de trabajos realizados y de algunos habitantes del jardín, que, por supuesto, no espero dejar en el "congelador".

En todo caso, estás son las razones de tanto silencio o "inacción bloguera", y, en lo que al autor o la PC se refiere, ambos están ¡cómo una uva!

Un abrazo a todos(as) los(as) lectores(as).

domingo, 2 de enero de 2011

JARDINERÍA I: HABLAR CON LAS PLANTAS (2)

Jardin secret, 2008. Danielle Richard

En el primer artículo -Hablar con las plantas- decíamos que de una "estrecha comunicación depende, en gran parte, el éxito del jardinero con los habitantes vegetales del jardín." Y así es. Sin embargo, esta comunicación no debe entenderse de manera "material". Es decir, como que si nosotros habláramos a las plantas y ellas nos escucharan. Más bien, quiero insistir en el deber que tiene el jardinero (aficionado o profesional) de conocer con diligencia e insistencia la naturaleza de las especies vegetales con las que "trata" o trabaja. Esta naturaleza abarca, desde las características botánicas de cada ejemplar, hasta su ubicación en la naturaleza, incluidas las condiciones climáticas y/o de altitud relacionadas con tales condiciones. Es verdad, que nuestros ejemplares de "vivero", son, en términos generales, híbridos de híbridos. Pero, la herencia "primitiva" no deja de ser determinante en muchos aspectos.

Si se es jardinero profesional o paisajista, este conocimiento es, a mi entender, una responsabilidad muy seria. Sólo si se conoce muy bien a las plantas con las que se "trajina", se podrá diseñar eficientemente jardines y elegir las especies botánicas que realmente van a perseverar con éxito en dichos jardines. Más aún, a partir de este conocimiento, se puede predecir en un altísimo porcentaje el desarrollo y posterior ajuste de las plantas a su nuevo medio. Mientras escribo, considero la cantidad de problemas que se "ganan" los jardines por la elección de individuos vegetales, que -una vez adultos- colman los espacios, lastimándose a sí mismos, o amenazando con dañar las estructuras en las que se encuentran (piénsese en esas grandes palmeras o árboles encaramados en los balcones de multitud de edificios).

Pero ¿y qué hay de la conversación con las plantas en todo esto? Pues bien, no puedes "entenderte" con ninguna criatura de la naturaleza (ni con tus semejantes), si no las conoces bien. Sin este conocimiento, no podremos reconocer cuando una planta está "cómoda" e, incluso, "feliz", o anticiparnos a sus "crisis". No comprenderemos las "llamadas de atención" que las mismas plantas nos dan continuamente. Ellas, las plantas, además, nos hablan con su coloración, su floración, su brillo u opacidad, su aspecto saludable o enfermizo. Para esto último, también es importante "ejercitarse" en la paciente observación. Sin embargo, nada de esto se alcanzará, si no hay amor por lo que se hace y por las mismas plantas. Sólo así se sorteará el astío y los momentos de dureza, que sobran en esta maravillosa disciplina, afición o profesión.

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