"Vuela si quieres volar", así dice la canción. Aunque, precisamente, la "logística" empleada desde hace varios meses, en mi pequeño vivero, buscaba precisamente lo contrario; o sea, que permanecieran el mayor tiempo posible allí, de manera que ellos (los pájaros) contaran con una "despensa" a la mano y se animaran, además, a ampliar su dieta con insectos potencialmente molestos para algunas plantas del sitio. Les relato en qué resulto el asunto:
Al principio sólo se acercaban las tortolitas. Estas, al disputar la comida, hacían un gran reguero y se perdía mucho alpiste, por lo que cambié el comedero.
El que estaba, con un recipiente de arcilla hondo, lo dejé para bebedero, y con un estuche de dvd, una botella plástica mediana y la tapa de un recipiente de helado, hice el de la foto, que controla mucho mejor la salida de las semillas.
Posiblemente, las tortolitas al no tener un espacio grande para comer a sus anchas (he aprendido, al observarlas, que son muy descuidadas y algo pendencieras), dejaron de venir con tanta frecuencia y, en su lugar, se allegaron unos pajarillos de color pardo y un canto muy vivaz. En ocasiones se acercaba, uno...
Otras veces, dos. Aquí una hembra y un macho*...
Y, últimamente, se acercan tres y hasta más pajarillos. Y algunos de ellos se han sentido tan cómodos en el vivero, que todavía hay tela para otro spot.Quiero compartirlo
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*Atendiendo al dimorfismo sexual** tan característico en los pájaros (en concreto, machos más grandes y de plumas más vistosas que sus pares del sexo femenino), me atrevo a decir que las hembras son las más pequeñas y oscuras.
**Dimorfismo sexual: Son las variaciones específicas que diferencian notablemente, en algunas especies de animales, al macho de la hembra.
1 comentario:
¡Hola Argenis!, ¡me ha encantado tu post!, trataré de emular algo de lo que haces, si tengo dudas ya te pediré asesoría, ahora mismo estoy sin cámara fotográfica pero lo remediaré y subiré mis fotos, espero recibir tu crítica.
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